Reos contraen enfermedades y son violados en las cárceles

Reos contraen enfermedades y son violados en las cárceles

Reos contraen enfermedades y son violados en las cárceles

En los centros penales de El Salvador, saturados hasta seis veces su capacidad, organismos de derechos humanos advierten un incremento de enfermedades producidas por el hacinamiento, pacientes con VIH y abusos sexuales.

En los reportes hay una tendencia a casos relativos a la complicación de enfermedades cardíacas y aquellas que en la piel son producidas por el hacinamiento. La novedad estriba en casos de VIH y denuncias de abusos sexuales.

La Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD) registró en un reporte anual siete casos de reos que presentaron el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH+). La Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) también hizo mención a esta enfermedad como una de las afectaciones.

“Otras enfermedades que requieren medicación y tratamiento permanente son las de tipo renal, así como el VIH+, cuyas necesidades de atención son más complejas”, menciona FESPAD.

El régimen de excepción, aprobado el pasado 27 de marzo de 2022, fue un punto determinante para la crisis carcelaria. De acuerdo con el informe anual de FESPAD, la salud de los privados de libertad es alarmante. Tuvieron el acceso a 420 denuncias de detenidos que sufrieron algún padecimiento en centros penales; de ellos, las complicaciones cardiacas fueron las más recurrentes con un total de 87 casos. Le sigue la diabetes con 72.

Además de las personas con enfermedades crónicas, FESPAD también citó que entre las denuncias se encuentran documentadas 62 víctimas con algún tipo de discapacidad física o cognitiva que se han visto afectadas por el régimen de excepción: “Personas que, por su condición, ven agravada su situación en la ya extrema vulnerabilidad que se encuentran”.

En su reporte, la PDDH informó que dentro de las afectaciones más repetidas están: hipertensión arterial, cefalea migrañosa, padecimiento de riñones y de pulmones, diabetes, esquizofrenia, virus de inmunodeficiencia humana, depresión, escabiosis, entre otros.

“Abundan las enfermedades de transmisión sexual, tenemos el conocimiento que entre las personas detenidas hay abusos sexuales. Los hombres no lo dicen por la vergüenza. En las mujeres también se da. Una chica del que tuvimos conocimiento nos contó que sufrió abuso sexual, golpes físicos. Por el hacinamiento también se da la tuberculosis, para tener eso hay que tener VIH+, lo cual después acarrean otras enfermedades como sífilis y herpes. Es una cadena”, contó un médico que prefirió el anonimato.

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