Los pescadores de las islas Feroe, en Dinamarca, batieron el pasado domingo día 12 de septiembre un triste récord.

En una sola noche capturaron y dieron muerte a 1, 428 delfines. Buena parte de la población de este archipiélago con gobierno autónomo bajo administración de Dinamarca insisten en que la pesca (o caza) de cetáceos forma parte de sus tradiciones mientras que diversas organizaciones de defensa de los animales y el medio ambiente reiteran que masacres como la del pasado domingo no solo pueden poner en peligro poblaciones locales de algunas especies, sino que son un símbolo de la desidia y maltrato de los humanos respecto al resto de especies del planeta.
No es la primera vez que se denuncia este tipo de acciones, y todo parece indicar que no será la última.
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