La lluvia caía torrencialmente, pero eso no impidió que un hombre de la tercera edad se pusiera su capa y saliera a alimentar a los perritos que recorrían las calles de Ataco, Ahuachapán.

Esa escena se repite al caer el sol, y aunque llueva los perritos saben que el anciano altruista siempre les llevará su alimento.

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